Ni en los aficionados más pesimistas se encontraba el 0-4 de ayer en el Bernabéu. Se sabía que el Madrid no venía jugando a nada desde hace algunos días. El Barça sin Messi le pintó la cara al Madrid y las gradas pidieron la dimisión de Florentino y Benítez.
Benítez contaba con todas sus figuras, y el planteamiento fue hecho de una manera impensada, hasta nosotros que no somos directores técnicos, sabíamos que con esa alineación poco o nada podría hacer el Madrid frente al cuadro culé, Carvajal por Danilo, o Isco por Benzema que anda pensando en Catalina. Más perdido que el hijo de Limber. No se encuentra para nadie, pasa lo mismo con Ronaldo, que ya no le hace goles ni al arco iris, y “sin penal, no hay paraíso”.
Dentro de todas las estrellas y la nomina carísima que tiene el Madrid, saltó Casemiro, guerrero y de huevos en la mitad de la cancha, que inexplicablemente Benítez no tomó en cuenta. Tampoco están en forma la mayoría, asediados por el virus FIFA entrando y saliendo de lesiones a cada rato.
Frente a ellos, un Barça que no tenía a Messi en el cuadro titular, y aún así, el baile fue épico, de proporciones monumentales, humillada, paseo, entrenamiento, como lo quiera llamar, respondieron lo de siempre, Suárez, Neymar e Iniesta que se despachó con un golazo de clase mundial. Dos goles en la primera parte, dos en la segunda y los pocos aficionados del Barça que se quedaron esperando el quinto de Messi, que tuvo participación durante unos cuantos minutos. Bravo, casi que fue un aficionado más, privilegiado porque estaba observando el partido desde dentro de la cancha, sin complicación, y sin ser exigido ante la delantera del Madrid que anda con la pólvora mojada.
La grada Blanca se fue encachimbada por tres factores, los pocos huevos de los jugadores que tal parece están haciendo un complot para la salida del técnico, con el cual no están contentos desde su nombramiento. Por el mal planteamiento de Benítez y por la actitud de Rockstar de Florentino Pérez, ayer, se escucho a todo pulmón el: “Florentino Dimisión!”.
Se puede engañar a muchos durante mucho tiempo, a algunos durante todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos durante todo el tiempo, los aficionados blancos lo saben, quieren la salida de Ronaldo, Benzema, Bale, quieren sangre joven, sangre nueva, piden a gritos la salida de Florentino y Benítez y sugieren se siente en el banco blanco a la estrella Zinedine Zidane.
¡No hay para más!