Este fin de semana llegó a su final la temporada en el fútbol argentino, Boca Juniors se convirtió en el amo y señor de la pelota en aquel país sudamericano, pues consiguió alzarse con el título de Primera División y además el trofeo de la Copa de Argentina, pero hay una pequeña mancha que tiene encabronados a todos los que no son hinchas de los ‘xeneizes’.
La final de la Copa de Argentina se jugó el pasado miércoles 4 de noviembre, Boca Juniors enfrentaba a Rosario Central en un partido que prometía muchas emociones y que al final no decepcionó, ambos equipos demostraron por qué han sido tan regulares en la campaña y al final los ‘bosteros’ se alzaron con la victoria, aunque con una pequeña ayudita.
Boca Juniors 2-0 Rosario Central
Errores arbitrales por doquier, un gol legitimo anulado a Rosario Central y los dos tantos de Boca son mal marcados, primero se pita un penal en una clara falta fuera del área y luego les dan un gol en una posición fuera de lugar.
Boca Juniors es campeón de la Copa de Argentina 2015, ese es el resultado final de un encuentro que tuvo un solo protagonista, Diego Ceballos, el árbitro encargado de darle el título a los ‘xeneizes’.
Hay que aclarar que Boca no tiene la culpa de lo que sucedió, las cosas simplemente se dieron y Ceballos planchó, al menos es lo que quiero creer.
LA REVANCHA
Cuatro días después ambos equipos se volverían a ver las caras, en esta ocasión era la última jornada de la Primera División, mientras que para Boca solo era un partido más, pues ya nadie les podía quitar el título, para Rosario era una oportunidad de demostrar que bajo un buen arbitraje eran capaces de derrotar a los ‘bosteros’.
La gente también jugó su papel, antes y durante el partido ‘Los Canallas (Barra de Rosario Central)’ expresaron su descontento por lo sucedido en la final de la Copa de Argentina.
En Argentina la situación de la pasión va más allá, así que los organismos de seguridad junto a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) tomaron medidas para que no ocurriera nada en el estadio, algo que más o menos controlaron, pues siempre hubo disturbios.
Rosario Central quería sacarse la espinita clavada, quería vengarse de Boca y este domingo era el día. El juego comenzó con unos minutos de retraso por la presencia de dos banderas en el estadio, las cuales atacaban directamente a la AFA por lo que se miró el miércoles en la Copa de Argentina.
Al final Rosario Central se llevó la victoria en su casa, derrotaron 3-1 a un Boca Juniors que enfrentó el juego solo con tres futbolistas titulares, dejando a su plantel principal en Buenos Aires.
Cuando el árbitro pitó el final del juego un aficionado ingresó al campo queriendo agredir al técnico de Boca, Vasco Arruabarrena, pero la seguridad del estadio lo detuvo a tiempo.
Así es el fútbol en Argentina.
