Da nostalgia, porque los que somos mayores de 40 años tuvimos alguna vez en nuestras vidas una revista Playboy en las manos.
Pero ahora, con el Internet, Instagram, Twitter y Facebook, el papel es cada vez más eso: papel.
Eso, entre otras cosas, ha llevado a la legendaria revista Playboy a tomar una decisión: no más mujeres desnudas, sin ropa…
La presencia de la pornografía en Internet ha convertido la industria del sexo y el negocio de la revista fundada en 1953 por Hugh Hefner (el viejito de 89 años que anda en pijamas), en algo pasado de moda.
¡Increíble!
Scott Flanders, consejero delegado de la revista, anunció la decisión en una entrevista con The New York Times.
Flanders se reunió conHefner (que sigue siendo el mero mero, el editor en jefe de la publicación), para proponerle “con nervios”, según contó, una propuesta radical: que Playboy abandone los desnudos para siempre.
La decisión está tomada y la primera edición sin mujeres en pelota sin ropa se publicará el próximo marzo, cuando la revista estrene su rediseño.
No renunciará a la sensualidad -asegura Flanders-, mantendremos las imágenes con poses provocativas, pero ninguna de las modelos aparecerá completamente desnuda.
Playboy ha pasado de 5 millones 600 mil ejemplares que vendía en 1975 a solo 800 mil copias el día de hoy.
Sin embargo, la marca subsiste y el logotipo del conejo es uno de los más reconocidos del mundo, como Coca-Cola, Apple o Nike.
Flanders explica que Playboy tendrá una imagen más moderna y limpia, siempre tendrá a la playmate del mes, pero las fotos serán parecidas a los perfiles más atrevidos de Instagram.
“Un poco más asequible, un poco más íntimo”, explicó.
La presencia de Playboy en la cultura pop del siglo XX es innegable. Sus entrevistas han incluido a Malcolm X, Martin Luther King Jr. o Jimmy Carter. Ha publicado artículos de escritores renombrados.
La decisión de no publicar más desnudos se suma a una estrategia de Playboy para entrar a las redes sociales.
“Las redes sociales son un campo fundamental para la industria editorial”, dice Flanders. “Uno de nuestros objetivos es llegar a lectores más jóvenes. No hay marcha atrás en la decisión de renunciar a los desnudos. La pelea se libró y se perdió”.