¡Qué bello es fútbol amigos!
Un deporte lleno de alegría, tristezas, momentos inolvidables, en fin, un juego que despierta una infinidad de sentimientos en nuestro diario vivir.
Hoy nos detenemos a hablar un poco sobre Motagua, un equipo que de alguna manera se ha ganado el cariño de sus aficionados, no es por nada que se le conoce como el “Mimado de la Afición”.
Los hinchas motagüenses tienen una peculiaridad, pues como dice el gran Jimmy Arturo Rodríguez sufren como nadie en la Liga Nacional. Ganan un campeonato a las cansadas, pero cuando lo hacen también lo celebran como nadie y eso al fin y al cabo forma parte de la pasión.
JAH
Estoy más que seguro que en alguna ocasión han visto en el estadio una bandera de fondo azul con estas tres letras de color blanco adornándola.
Hablo de un grupo de aficionados que me han demostrado que la pasión por el fútbol puede ir mas allá, no solo por lo que hacen, si no también por la razón que lo hacen.
Para conocer sobre la pasión que despierta Motagua en este grupo de aficionados, me reuní con tres integrantes: Narciso Vásquez Villalobos, Roger Coello y Oscar Roberto Rodríguez.
¿JAH es una barra o algo por el estilo?
(Roger): “No somos una barra organizada, somos un grupo de siete integrantes que se dedica a apoyar a Motagua en las buenas y las malas, aprovechando el fútbol para compartir un mensaje con la sociedad en Honduras”.
¿Qué significa JAH?
(Narciso): “Es el nombre de Jehová (…) JAH es a nivel mundial la abreviación de Jehova:
La J significa Justicia
La A quiere decir Amar misericordia y
La H significa Humillarse ante tu Dios Jehová”.
Sus respuestas captaron mi atención, en muchas ocasiones he escuchado a personas decir que la religión y el fútbol no pueden ir de la mano, pero los integrantes de JAH me dan otro punto de vista.
Les pregunté quién era el presidente y en un acto lleno de humildad respondieron algo que no esperaba:
“Sinceramente por sistemas ajenos a nuestro sentido de existencia, aquí nadie es presidente, si no que más bien somos hermanos y aquí nadie es más que otro”.
Eso si, tienen a alguien que los dirige, Roger Coello es el encargado de organizar las actividades, algo que hace en conjunto con los demás integrantes del grupo.
¿Cómo nace JAH?
(Oscar): “A principios de 1999, Motagua realiza un partido amistoso con un equipo de la iglesia a la que asistimos, es por ello que el pastor José Antonio Padilla preguntó a los presentes en general: ‘¿quién quiere apoyar al Motagua?’ y siete hermanos levantamos la mano (…) Nos preguntó si podemos ir al Estadio y dijimos que si, así empezó todo, comenzamos en el Estadio Nacional y luego a expandirnos tanto dentro como fuera de Honduras”.
Cuando menciona la palabra “Expandirnos”, en mi mente se fabrica la siguiente pregunta.
¿Ah, entonces en las diferentes ciudades existe JAH?
(Oscar): No, somos nosotros mismos, desde que iniciamos no hemos parado, los mismos siete compañeros hemos asistido a todos los estadios, ya sea aquí en Tegucigalpa, en otra ciudad del país o en el exterior, hemos andado tanto tiempo en esto que ya no podemos dejarlo, de cualquier forma tenemos que estar presente, ya estamos acostumbrados”.
¿Cómo carajo hacen eso?
Cómo es posible que vayan a cada partido del Motagua y de la Selección, porque también van a los encuentros de la H.
Son siete integrantes y siempre van al estadio, cuando uno de ellos falla tiene que ser por un motivo realmente fuerte.
¿Cómo se costean los viajes?
(Roger): “Cada quien pone un granito de arena cuando salimos de la capital para el combustible del carro, por ejemplo a San Pedro Sula, lo mínimo es 150 lempiras para ida y vuelta de combustible y somos felices, no lo sentimos como una carga, cada quien paga su entrada al estadio y su comida. Cuando jugamos aquí cada uno de nosotros se encarga de sus gastos y así ha sido casi siempre”
¿Existe una relación entre directiva azul y JAH?
(Roger): “Claro que sí, recuerdo que en una ocasión íbamos para Panamá a jugar un partido de la Copa Uncaf ante el San Francisco, en aquel viaje nos encontramos con Marco Tulio Gutiérrez, con Pedro Atala y otros directivos del Motagua y nos preguntaron porque habíamos elegido a Motagua para compartir el mensaje de JAH y le respondimos lo del partido amistoso en 1999 con la iglesia, por cierto, con quien se realizó ese partido fue con el “Primi”.
¿Han recibido apoyo de la directiva?
(Narciso): “Si, hubo un momento donde nos permitían ingresar gratis al estadio, pero el pastor en una ocasión nos dijo que ya no entráramos así, que mejor pagaramos nuestra entrada, porque así apoyamos a nuestro equipo económicamente y desde entonces siempre pagamos, aquí como pueden ver el hermano Roger tiene hasta su propia colección de boletos”.
Me llamó la atención que desde 1999 han ido a todos los partidos del Motagua, así que considero que han vivido diferentes tipos de experiencias.
¿Cuál ha sido su mejor recuerdo dentro de un estadio?
(Narciso): “¡Uff! (Se pone las manos en la cara y luego responde) cuando fuimos campeones de la UNCAF, la gente no cabía en el estadio, fue un momento muy especial, recuerdo que un olanchano se acercó para preguntarnos por JAH y le explicamos todo”.
(Roger): Cuando tuve la oportunidad de viajar a Sudáfrica para ver los partidos de la selección con mi bandera de JAH en la mano, nunca lo había si quiera soñado, el pastor me preguntó si quería ir al mundial y dentro de mí me dije: ‘Si digo que no, soy el más… (No dijo nada, solo sonrió y siguió hablando) y al final fue una gran bendición”.
(Oscar): “Existen muchos recuerdos, pero cuando le ganamos la final a Marathón, ver la copa en el aire para mí fue algo inolvidable”.
Los momentos de alegría se guardan con cariño, pero también existen otros momentos que no son tan dulces y me miré en la obligación de preguntar.
¿Y su momento más triste dentro de un estadio?
(Narciso): “No es que nos hemos puesto tristes, lo que pasa es que aveces uno siente un despecho, porque se pudieron hacer las cosas y no se hicieron, por ejemplo, en el campeonato que pasó, era de Motagua (…) antes de ese partido el técnico Diego Vásquez dijo unas palabras que nunca debió haber dicho, dijo: ‘Nosotros somos mejores que ellos’ y eso de alguna manera influyó.
(Oscar): “No me pongo triste si Motagua pierde, se lo digo de corazón. Si gana gracias a Dios y si no también gracias a Dios”.
(Roger): “Todos somos humanos, no somos de hule . Existen los pro y los contra, las consecuencias de una alegría y de una tristesa, quiero recalcar que todo lo que pasa siempre es para bien y que el nombre de Jehová siempre será el mismo”.
Unos motagüenses que aman a su equipo y que por el hecho de ser Motagua, son tratados como cualquier Motagua, o sea que cuando el Olimpia gana también reciben burlas, pero ellos saben resolverlas de una manera única:
Burlas merengues (Roger Coello):
“Cuando Motagua pierde lo van a buscar para molestarlo. Existen muchas maneras de asimilar las perdidas, pero alrededor de nosotros existen las burlas (…) Pero hay que perdonarlos porque no saben lo que hacen.
Recuerdo que en una ocasión Olimpia le había ganado a Motagua, conté tres días llenos de olimpistas molestándome y en el cuarto me siguieron con la fiesta, me fueron a sacar de la oficina para burlarse de mí, ya tenían todo planeado para hacer burla conmigo y les dije algo, porque ellos eran cristianos:
‘Hermanos, está bien, ganaron, son felices, están gozando su fiesta, pero hay algo que me llama la atención (…) La biblia dice que no te burles de tu hermano cuando lo mires en el suelo, si o no (?)’
Silencio en la oficina, porque sabían lo que les decía, calladitos, no sucedió la burla. No se burlen del amigo, es un deporte”.
Tantas historias
Un grupo de aficionados que han vivido de todo dentro de los estadios, lluvia, sol, frío, calor, pero siempre al pie de la bandera, hablando de banderas.
¿Nunca han tenido problemas con meter la bandera de JAH al estadio?
(Narciso): “He estado en el Congreso Nacional, sentado con autoridades e integrantes de las barras , para analizar los pro y los contras en la sociedad (…) El acuerdo para calmar la situación que han seleccionado es que no ingresen las mantas, entonces les pregunté: ‘¿Las mantas son las que pelean?’, lo que usted anda es algo bonito me respondieron y la verdad nunca hemos tenido problema con ello”.
En total son 16 años “viviendo dentro del estadio”, han presenciado diferente tipo de actividades, tanto de los equipos como de los demás aficionados e incluso de los barristas.
¿Si ponemos en comparación, el ambiente en un estadio en 1999 y el de hoy en día, cual es la diferencia?
(Narciso): EL tiempo va haciendo las cosas, los estadios se llenaban más (…) Convierten lo bueno en violencia, Jehová lo hizo todo bueno, quien viene a descomponer la cosa fue el pecado. Lo bueno lo convertimos en malo (…) Los jóvenes de hoy tienen que darse cuenta que ellos pueden cambar su actitud. De cada cosa que hagamos se dará respuesta, así que si brindamos violencia, recibiremos violencia”.
Mensaje a las barras (Oscar Rodríguez)
“Quiero decirle a las barras que el nombre de JAH lo agarren en sus corazones, de todo lo bueno que hay en nuestro país, el trabajo de JAH es para mejorar la vida del ser humano, amaras a Dios con toda tu fuerza.
Interacción Olimpista
(Roger): “Una vez estaba en un restaurante y de repente se acercó Fernando Anduray, un gran olimpista, me levantó y me llevó a donde estaba Rafael Ferrari, presidente del Olimpia, este dijo que ya me conocía y que le decía a los camarógrafos que enfocaran siempre mi manta, por el mensaje que transmiten.
Le debo una entrevista, aún no se ha dado por cuestión de tiempo, pero a ver cuando se hace”.
Sin duda alguna una pasión que va más allá, unos aficionados que viven el fútbol de una manera única y que seguirán asistiendo a los estadios hasta más no poder.