Una pregunta obligada y una respuesta inesperada…
Este lunes el técnico del Chelsea, José Mourinho, atendió a los medios de comunicación en la conferencia de prensa que organiza la UEFA un día previo a un partido de Champions League.
Mañana el equipo inglés visita al Oporto de Portugal y como ya sabemos, el arquero español Íker Casillas forma parte de la institución lusa, por lo cual era normal que un periodista se animara a preguntarle a Mou si saludaría a el histórico portero del Real Madrid.
“Ya te adelanto la respuesta. Si mañana le veo (a Íker), antes o después, obviamente que lo voy a saludar. Y nos quedamos por aquí“, dijo el polémico Mourinho, que no dejó ni siquiera que el periodista terminara la pregunta.
Un periodo de tiempo de fútbol incómodo para ambos personajes, entre el 2010 y el 2013 protagonizaron una de las batallas mediáticas más grandes del fútbol, pues el técnico portugués sentó a un portero que parecía inamovible de la titularidad merengue, pero tuvo sus razones, las cuales no son comprendidas por muchos.
The Champions…
“Nosotros no somos favoritos a ganar la Champions. No me considero favorito. ¿Quiénes son los favoritos? No soy yo quien tengo que decirlo. Solo nos consideramos favoritos para la fase de grupos (…) Después de que la pasemos, si sucede, replantearemos los objetivos”, afirmó el técnico ‘blue’.
El equipo de Londres no pasa por un buen momento en la Barclays Premier League, muchos aficionados y sobre todo la prensa inglesa se ha encargado de criticar el trabajo del luso dentro del equipo, pero éste aseguró que no son débiles y que los jugadores del Oporto son más inteligentes que todos ellos, pues saben que se encontraran con un Chelsea que no regalará nada.
“El Oporto se siente grande ante los grandes. No le tiene miedo y quiere ganarles“, dijo Mou, quien ya dirigió al equipo portugués y lo hizo campeón de Europa en el 2004.
¡Grande Mou!
El entrenador ‘blue’ ha aprovechado el tiempo, ya visitó el Museo del Oporto y reconoció que se sintió muy emocionado cuando miró una estatua suya.
“Voy a tener que endurecer mi corazón para el partido de mañana”, aclaró.