(ADVERTENCIA: El contenido de este artículo causa daños a la salud mental por su alto contenido vulgar. No es recomendable para menores de 30 años).
La vez pasada le hice unos trabajitos a una doña fufurufa allá en las Lomas.
Maje, vieras qué pijaé chola. Te lo juro que toda la cuadra donde vivo cabe en el patio, y eso que es aquel relajo de viejas y un chuigüinero perro, por los menos sus cien personas.
¡Imaginate!
El rollo es que ya entrando en confianza le pregunté a la doña cuánta gente vivía en ese edificio, porque es tremenda pipa de construcción, no parece chola, y vas a creer que me dice que solo ella y el mariachi, pero que al man casi ni lo ve, porque pasa clavado en la chamba, como que es banquero o una onda así, ve las bolas el brother, es pistudo, puej.
“¿Y no tiene cipotes?”, le dije yo, y me respondió que sí, que tiene tres, pero que están estudiando allá en la USA.
La vieja es tremendo forro, creo que se estiró los pellejos, porque tiene la piel lisita, como nalga de tierno, y hasta fijo que se mandó a poner chiches con el doctor Cherenfat, pero el mariachi no le da mantenimiento, así que la pobre fijo que pasa con las hormonas alborotadas .
¿La pobre? Pues sí. Hay personas que lo tienen “todo”, si les da loquera agarran un avión y se van para las “Miamis”, andan en pijaé máquinas, están podridas en biyuyo, pero vos las ves y están pa´los chuchos.
Ni yo anda tan hecho leña, y eso que no me llega el agua a la casa, me alumbro con candelas de a peso, porque esos la verónica de la ENEE nos van a poner la luz hasta que san Juan baje el dedo, cuando llueve es aquel cachimbo de goteras que hasta se me inunda el chiquito, y que me tiene de los huevos la doña de la pulpería porque le debo tres meses y ya no me quiere dar fiado.
Ajá, y ya no te digo de andar en bus, porque vos sabés que te subiste vivo a una de esas chácharas, pero no sabés si vas a bajar con las patas por delante, porque son trampas mortales con mareros, ladrones, moñeros…
¿Y a muchos billetudos qué les preocupa?
Que si tienen muy grande la petaca.
Que si tienen las chiches caídas.
Que si ya no se les “paraguay”.
Que si la movida en un “bisness” con el “Huvierno”.
Que el chavo que le tira casaca a la hija es gran largo o pija´e vaguete.
Que si la amiguis se jue de compras a París.
Puras pendejadas, vo´.
Ya hablando la neta, a los de abajo –o sea, al pueblo, aclaro, porque los de abajo también son otra cosa, los coyoles, puej-, lo único que nos saca carrera es cuando juegan los duros de la H.
Esas turuncas no se imaginan la alegría que nos provocan cuando ven una y ganan, o el bajón que nos da después de que les pegan una buena cachimbeada.
Si yo me hartara los tres tiempos de comida y tuviera mi pichirilo (ya de perdida uno de esos toyotías mil, que son la mera “macizera”, porque son pequeños y si te querés dar un vueltín se jode la suegra porque no cabe y se tiene que quedar cuidando a los güiros), estaría más que he hecho, compa.
Ah, y agregale un par de buenos cachos All-Star, que son el mero queso, y no te apestan las patrullas cuando te los quitás.
Así son las cosa, brother. Bien dicen que Dios le da pan al que no tiene dientes. Como la doñita a la que le hice los trabajitos allá en Las Lomas.
Ya cuando iba bajando por aquellas mulas de calles me puse a pensar que lo que ella necesitaba con urgencia era que yo le hiciera otra clase de “trabajitos”…
Vos y yo sabemos bien de lo que hablo, no te hagás el maje…
Saludos desde Los Pinos, la mera mera de Tegus. ¡”Ai nos vidrios”!