¿Soy motagüense y qué?
Ser seguidor del Motagua no me prohíbe tener una opinión sobre la situación que está viviendo el equipo más grande históricamente de nuestro fútbol.
Ser seguidor del Motagua no significa ser “Anti-Olimpia”, así que se los digo, no me considero uno de ellos.
Ser seguidor de Motagua no vale cuando me siento frente a mi computadora a hablar de fútbol.
Un león en un hábitat desconocido
No voy a esconder nada, admito que cuando el Olimpia pierde ni me hace bien ni me hace mal, pero me siento más a gusto cuando en una jornada nosotros sumamos y ellos no. Lo mismo sienten los aficionados merengues cuando al Motagua le pasan por encima y en ocasiones le clavan hasta cuatro goles, así es el fútbol, sobretodo en una rivalidad tan grande.
¡Es hora de detener esto!
Si mi equipo, Motagua, va a quedar campeón quiero que deje fuera al mejor Olimpia posible, ya sea en el repechaje, en las semifinales o en la mismísima final, así que espero que los blancos levanten cabeza, porque si no simplemente completaran un campeonato mediocre.
En total tienen ocho partidos disputados en el Apertura 2015/16, acumulando apenas tres triunfos e increíblemente cinco derrotas.
¿Qué pasa con el león?
La verdad ya no sorprende, pues desde la Jornada 2 del campeonato mostraron que no están para competir y así ha sido durante el resto del torneo.
Una pesadilla
Durante años he escuchado:
“Estamos acostumbrados a ganar, esta bien que otros equipos ganen de vez en cuando”.
“Nuestro equipo puede dejar de existir durante cinco años y ni así nos alcanzarían en títulos”.
“¿Qué se siente ver al león levantar otra copa”.
En fin, diferentes frases de los olimpistas que muestran su grandeza, porque es cierto, pueden caer mal sus comentarios, pero es la realidad, el albo es el mejor equipo que ha tenido nuestro país en la historia y es más cierto aún que están acostumbrados a ganar, el problema es que hoy la están viendo tile.
Una realidad que no conocen, algo a lo que no están acostumbrados, una pesadilla de la cual quieren despertar pero no pueden, así es el fútbol señores.
Por un lado la Liga Nacional y por otro la Liga de Campeones de la Concacaf,
Jornada 2 (Hnd. Progreso 4-1 Olimpia)
Los merengues no recibían cuatro goles en un partido de Liga Nacional desde que cayó 4-2 ante Platense el 23 de marzo de 2005, exactamente un poco más de diez años.
Diez años de tener una defensa de hierro, diez años de ser un muro y de repente van a El Progreso y se comen cuatro, desde ahí se miraba algo malo, porque perder puede perder cualquiera, pero cuatro goles es como que te pase un camión por encima, pero bueno, era el inicio del torneo, no se pensaba que la situación podría empeorar.
Jornada 3 (Olimpia 1-2 Motagua)
Los leones no perdían sus dos primeros juegos de un torneo desde que fue vencido por la Universidad y por Victoria en el certamen de 1987, desde aquel entonces han transcurrido 28 años, pero igual, era contra el Motagua, un partido que no siempre se gana, además te vencen con un gol en el último minuto.
Jornada 4 (Olimpia 1-2 Real España)
Se encienden las alarmas, pierden en casa y empiezan a romper récords negativos.
Nunca habían perdido tres juegos consecutivos al inicio de un campeonato de Liga Nacional y esta temporada sucedió, tres partidos jugados y tres derrotas.
Asimismo, con ese juego ante la máquina hacían revivir otro mal dato, pues no sufrían tres derrotas consecutivas desde que cayó ante Marathón, Motagua y Victoria entre el 14 y el 21 de octubre de 2001, en esta ocasión sus verdugos fueron el Honduras de El Progreso, curiosamente el Motagua y el Real España.
Nunca habían ocupado el último lugar de un torneo de Liga Nacional más allá de una segunda jornada y en la jornada 4 estaban en el sótano, algo extraño.
Jornada 1 (Seattle Sounders 2-1 Olimpia)
Fueron a Estados Unidos, hicieron un buen partido pero al final lo que cuenta es el resultado.
Con este marcador acumulaban cuatro derrotas consecutivas, algo que no hacían desde finales de 1985 y principios de 1986, cuando cayeron ante Vida, Marathón, Motagua y Real España.
Jornada 5 (Real Sociedad 1-2 Olimpia)
Ya el objetivo era ganar, sea como sea pero ganar, algo que hicieron con un cuadro de cachorros, los cuales al parecer tienen más sangre que los titulares.
Jornada 2 (Olimpia 1-0 Seattle Sounders)
Consiguen dos victorias consecutivas, muchos esperaban el resurgir del actual campeón, pero…
Jornada 6 (Olimpia 2-3 Vida)
Exactamente 21 años, tres meses y 22 días desde la última vez que el Vida les había ganado en la capital. De la mano del “Primi” Maradiaga los cocoteros hundieron más al Olimpia en la tabla.
Jornada 7 (Juticalpa 0-1 Olimpia)
Nuevamente los cipotes, el cuadro “suplente” sacaba la garra y un nuevo triunfo en lo que iba del torneo.
Jornada 8 (Victoria 1-4 Olimpia)
Una nueva “victoria”, parecía que todo iba para arriba, pero al parecer el éxito no es parte del Olimpia esta temporada.
Jornada 3 (Vancouver 1-0 Olimpia)
Pierden, complican su situación en la Liga de Campeones de la Concacaf y se lesiona uno de sus jugadores más importantes Romell Quioto.
Jornada 9 (Olimpia 0-1 Platense)
Los albos sumaban 18 juegos sin ser derrotados como local por Platense, la última vez había sido el 26 de noviembre de 2006 (0-2).
Olimpia nunca había perdido cinco partidos en una vuelta de nueve partidos, y eso que aún le falta un juego ante Marathón, sumó cinco reveses en la segunda y tercera ronda del torneo de 1981 pero en esa ocasión enfrentó a diez rivales.
¿Qué sigue?
Si Jorge Vergara fuera dueño del Olimpia, Héctor Vargas sería historia, de eso no tengo duda.
Hoy el Olimpia es un simple gatito, es algo que no se puede ocultar, pero tranquilos mininos, el torneo de nuestra Liga Nacional es tan mediocre que aunque sigan con ese paso pueden llegar a clasificar y en la liguilla es otro torneo.
¿Levantarán el nivel?
¿Seguirán rompiendo récords negativos?
¿Qué sucederá con Héctor Vargas?
Entérese del desenlace en el próximo capítulo llamado: SEGUNDA VUELTA.
Ahora les pregunto a ustedes aficionados del albo:
¿Qué debe hacer el equipo para recuperar el nivel?