Un día después, la escena siga dando de qué hablar.
El encontronazo fue brutal. Jugada divida en el mediocampo. Carlos Tévez y Ezequiel Ham fueron por el balón.
Pero el Apache le entró con plancha y le partió el tobillo en dos a su rival
¡Espantoso!
El árbitro ni siquiera sacó tarjeta amarilla.
“Me puso muy mal lo que pasó… No fui con mala intención”, trató de explicar Tévez.
“Estoy muy triste, es muy feo lo que pasó… Estaré pendiente de su recuperación… Nunca me había pasado esto”, siguió diciendo el 10 de Boca.
En las graderías, la mamá de Ham lloraba.
“La jugada fue una pelota que me quedó larga y en la que él lamentablemente salió muy perjudicado. Fue una acción rápida; no le encuentro explicación, la verdad”, dijo Tévez, afligido.
Nunca me pasó algo así ni lesioné a nadie. Todos saben que a mí me pegan un montón y sigo adelante, porque es fútbol, pero cuando pasa algo así sólo queda pedir disculpas –señaló.
“No tuve mala leche ni nada parecido, porque nunca pasé por esto. Del partido me queda una sensación de amargura, porque para mí había sido lindo porque había convertido dos goles, pero esto cambió todo”.
Mientras Tévez se disculpaba, Ham era ingresado de emergencia al quirófano para ser intervenido.
En unos instantes, los doctores hablarán del proceso de recuperación.
Y Tévez anuncia que irá al hospital a disculparse con Ezequiel.
Todo un quilombo, como dicen los argentinos.
