POR SAÚL CARRANZA
Irvin Reyna llega agitado a las instalaciones de Radio House. Me dice que viene de recibir clases en la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) y que por eso se ha tardado.
Viste de jeans y una camisa gris Hollíster California; se ve relajado.
A Irvin lo conocí allá por el 2002 cuando fuimos compañeros en las reservas de Olimpia. Puedo decir que es un chico humilde y de buen corazón, pero en la cancha es otro. Así que les aseguro que es mejor tenerlo como amigo y no como rival.
Habla sin tapujos y relata del porqué se dio su salida con Olimpia y del nuevo amor que siente por Motagua.
¿Con quien estoy charlando: con el Irvin Reyna universitario, con mi compañero de las reservas de Olimpia o con el jugador de Motagua?
Se puede combinar las tres facetas, pero está con el alero de varios años, pues hemos conservado una bonita amistad. Estoy contento de compartir con ustedes y espero que sea una entrevista productiva.
Contame de tu faceta como estudiante.
En el colegio me costó mucho graduarme (bachiller en ciencias y letras), porque en Tela estuve tres años. Primero entré a bachillerato y me quedé, después saqué administración de empresas y me quedé, luego regresé a bachillerato y después me vine para Tegucigalpa. En dos años terminé el colegio. Luego estuve buscando matricularme en la Universidad, pero en eso surgió lo del convenio de Motagua con Unitec y lo estoy aprovechando al máximo.
¿Qué tal de clases? Tengo entendido que estudias de 8 a 12 en Unitec.
No he fallado ningún día de clases y estoy aprendiendo mucho. He llevado varias clases como Matemáticas, Inglés, Nutrición Deportiva y Administración de Finanzas. Me ha tocado desvelarme haciendo tareas y después entrenar, pero me gusta hacer las cosas con pasión, porque después viene la recompensa.
¿Quiénes más van a clases?
La mayoría son jóvenes, pero de los referentes están estudiando: Júnior Izaguirre, Wilmer Crisanto, Juan Pablo Montes, Henry Figueroa y Rubilio Castillo, aunque ya se fue para México. Somos un total de 20 jugadores que vamos a la Universidad. Motivo a mis compañeros y les digo que esta oportunidad hay que aprovecharla, porque otros jugadores, y personas que no lo son, desearían tener está oportunidad.
¿Y tu vida de estudiante cómo la estás viviendo?
Hace poco le decía a mi esposa que uno de mis sueños siempre fue andar en el bus de la Universidad. Yo me voy en mi carro, pero un día de estos quiero irme en el bus de la Universidad para sentirme como un estudiante más. Como un chico normal.
EL FÚTBOL
¿Cuántos torneos con Motagua?
Este es mi cuarto torneo. Ha sido una gran experiencia. Mi salida de Olimpia fue un momento que no me lo esperaba y cuando se da la oportunidad de jugar en Motagua algunos compañeros me decían que a los jugadores que venían de Olimpia les iba mal en Motagua. Que se les dificultaba y que era difícil, pero para mí no fue así. El primer día que llegué Júnior Izaguirre me dio mucho apoyo y que me dijo que tenía el respaldo de los compañeros. Eso me ayudó mucho y me marcó. En el primer torneo jugué 12 partidos, en el segundo fui campeón y jugué la mayoría de partidos y en el tercero me consolidé y jugué el Torneo Copa Presidente. Estoy disfrutando al máximo mi experiencia con Motagua.
¿Cuántos años jugaste en Olimpia?
Siete años.
¿Títulos?
Seis.
¿Se puede decir que hoy sos más Motagua que Olimpia?
Hoy soy 100 por ciento Motagua. Es fácil enamorarse de Motagua. La afición te apoya incondicionalmente. Ha sido algo extraño, porque no es fácil que un ex Olimpia se gane el cariño de la afición de Motagua. Me escriben en redes sociales y gracias a Dios tengo la bendición de haberme ganado el cariño de la afición. Yo estoy enamorado de Motagua, de la institución, de la afición y del grupo de jugadores. Hemos formado un grupo espectacular y estamos con el sueño de seguir creciendo y hacer historia en Motagua.
¿Conservas las camisas de Olimpia en tu closet?
Sólo tengo la del tetracampeonato que gané con el profesor Juan Carlos Espinoza, al que, por cierto, le mando un saludo por este medio. Él me ayudó mucho a crecer como jugador. Ese tetracampeonato me tocó jugarlo y esa es la única camisa que tengo guardada.
¿Cuándo no estás entrenando con Motagua pasás pendiente de Olimpia, de tus aleros?
No.
¿En los clásicos que has disputado te ha traicionado el corazón?
No, para nada. En este momento no tengo rencor ni resentimiento con Olimpia. Estoy cien por ciento comprometido con Motagua. Cada clásico trato de ganarlo y dar el máximo para el beneficio de Motagua.
¿Tu salida en Olimpia a que se debió?
Nunca había hablado de este tema, pero voy a contar cómo fue realmente mi salida en Olimpia. Bueno… mi salida se da cuanto yo tengo 6 meses de contrato con Olimpia. Cuando regreso de Necaxa a Olimpia, una de las condiciones que yo puse fue que no quería regresar por los seis meses que me quedaban, sino por dos años. Firmamos y arreglamos una prima.
¿Y luego?
Ellos me pagaron la mitad de la prima cuando llegué y la otra me la iban a pagar al año. Resulta que cuando yo cumplo el año me tienen que dar el resto de la plata que me faltaba. Comenzaba a cobrar mi plata y me salían con excusas, que el equipo no tenia dinero y uno conoce este mundo y sabe cuando alguien te está diciendo la verdad o te está mintiendo.
¿Y entonces?
Me tenían que dar mi plata en mayo y ya como en agosto me dieron la mitad de lo que tenían que darme. Ellos me decían que en Olimpia no hay dinero. Y no era la gran cantidad, pero yo necesitaba ese dinero, porque me había comprometido a pagar la prima de mi casa. Yo les llevé la nota a los directivos del mobiliario de mi casa, donde me estaban cobrando. Seguí cobrando y nada. Terminé el torneo y no me pagaron. Cuando llega Hector Vargas, estuve una semana a prueba y en lista de transferibles. Llamé a un directivo…
¿Ese fue Osman Madrid?
Sí, me dijo que no me preocupara y que me iba a pagar. Me llamaron de Platense, Victoria y Marathón, pero yo les decía a ellos que de comunicaran con la directiva para saber dónde me iban a colocar. Yo llamaba, llamaba y llamaba y la gente de Olimpia nunca me contestaba las llamadas.
¿Y te pagaron la prima?
No me pagaron la prima, no me pagaron ni la semana que trabajé, esa que me pusieron a prueba. Cuando llegué a recoger el finiquito ni me dejaron subir a la oficina. Leí la nota y el finiquito decía que yo renunciaba a todo el dinero que ellos me debían. Esto no se lo había comentado a nadie, pero no lo digo con resentimiento. Hoy estoy feliz en Motagua.
¿Qué papel jugó Juan de Dios Castillo en tu carrera?
Fue uno de los técnicos con el que más he aprendido. Cuando llega el Cuate estaba Henry Thomas de titular. Él me dijo que me iba a dar minutos. Cuando se va Thomas, me dio toda la confianza. En ese torneo me consolidé con 21 años. Fue como un padre para mí. Siempre me daba confianza.
Me imagino que te dolió la la muerte de don Juan de Dios.
Sí, y mucho. Hace poco me contacté con su hijo por medio de Facebook y me dijo que el profesor siempre le hablaba bien de mí. Toda la vida estaré agradecido con él. Me dolió mucho su muerte.
¿Recordás el último consejo?
Cuando empecé a ganar dinero me decía: “Guarde bien su dinero, invierta y trabaje siempre pensando en que va a jugar cada domingo”.
MOTAGUA Y LA H
¿Cómo llega a Motagua?
Por medio de Yanuario Paz. Me contactó y me dijo que estaban interesados en mí, pero me quedaban seis meses de contrato. Yo no sabía si decirle a la gente de Olimpia que me iba para Motagua. Y para no hacer largo el cuento, fue Wilmer Velásquez quién me consiguió el finiquito para salirme de Olimpia.
¿Dónde te gustaría retirarte?
Me gustaría retirarme en Motagua. Estoy tan feliz que puedo decir que mi sueño sería retirarme en Motagua.
¿Por qué no has estado en la Selección Nacional?
Esa pregunta me la hago a diario. Mucha gente me pregunta eso. Pero he sido uno de los jugadores más constantes de la Liga. Creo que he jugado a un buen nivel. Sinceramente no sé, pero cada día me pregunto: “¿Qué me hace falta para ese llamado?” Creo que he hecho méritos para estar ahí. Seguiré trabajando para ser tomado en cuenta.
¿Es preocupante lo que pasó en la Copa Oro?
Sí, claro, pero más de preocuparnos, debemos ocuparnos en mejorar. Qué bueno que pasó ahora, porque tenemos tiempo para cambiar el chip en las eliminatorias.
¿Esta eliminación ha sido un baño de humildad?
Só. Yo tenía mucha expectativas con la Selección y no sé que pasó en la Copa Oro.
¿Decime algo que nadie sabe de vos?
Bueno… pocos saben que voy a ser padre de nuevo. Mi esposa está embarazada. Ya vimos el ultrasonido y me dicen que será niña. Nosotros queríamos el varón, pero Dios decidió otra cosa. Hace varios años teníamos planes de tener nuestro segundo hijo, pero mi esposa tuvo un problema en los ovarios, no podía quedar embarazada y el tratamiento era muy caro. Decidimos cambiar de medico y nos fuimos al de arriba, a Dios, el médico por excelencia y comenzamos a orar. Al mes ya estaba embarazada mi esposa. Estamos muy contentos.
FRASES
EL SACRIFICIO
“Cuando entrenamos en la mañana me queda la tarde para descansar, pero de 6 de la tarde a 9 de la noche voy a clases. Si me toca hacer tareas las hago esa misma noche”.
SUEÑO CUMPLIDO
“Estando en Olimpia, un día le dije a Orlin Ramos y a Wilmer (taxista) que yo iba a jugar con Motagua y que lo iba hacer campeón. Ja, ja, ja, lo cumplí”.
DECISIONES
“Algo que tuve claro es que si un día salía de Olimpia no sería por indisciplina ni porque no trabajaba bien; si salía sería por decisiones de directivos y cuerpo técnico”.
EN GUERRA AVISADA
“En mi última pretemporada con Olimpia alguien se me acercó y me dijo: ‘Irvin, por ahí escuché que te van a cortar. Así que prepárate’. Resulta que cuando llega el nuevo cuerpo técnico (Héctor Vargas) me tuvieron una semana en prueba. Eso lo vi como una falta de respeto, tomando en consideración que tenía siete años de estar en el equipo”.
SIN DEUDA
“Duele perder una final y más ante Olimpia, pero dejamos todo en a cancha. Nunca había visto a un Olimpia tan metido atrás. Se metieron practicante los once a defender”.
A RUSIA
“Aspiro a estar en la Selección y espero seguir manteniendo un buen nivel en Motagua. He estado en todos los procesos de selección y en la mayor sólo estuve con el Cuate Castillo. Lo más lindo para un jugador es representar a su país con la H en el pecho”.
¿DE TELA?
Ahí hay una confusión. La gente de mi pueblo me regaña siempre. Yo soy de Zisama, que pertenece en el municipio de Arizona.
UNA PALABRA
Olimpia: Pasado
Necaxa: Lindo Recuerdo
Motagua: Presente
Beijing 2008: Me dolió no estar
Cuate Castillo: Un padre
La familia: Mi mayor motivación
Irvin Reyna: Un hombre de Dios