Cuesta un ojo de la cara… y un riñón

A Huang no lo volvieron a ver. La última que se supo de él, dijo que iba a extraerse un riñón.

Con el dinero se iba a comprar el iPhone 6s.

Su amigo Wu contó la historia.

“Quedamos en buscar a la mafia de tráfico de órganos para vender uno de nuestros riñones”, confesó Wu.

Así como ellos, miles de chinos están haciendo sacrificios descabellados para encargar el iPhones 6s.

Según Wu, hace una semana quedaron de verse con un agente de la mafia china en un hospital de Nanjing para realizarse las pruebas médicas para comprobar el buen estado de los riñones.

Pero el agente nunca llegó y Wu desistió. Huang siguió adelante con su plan y buscó a otros miembros de la mafia.

Según la policía, solo hay un caso comprobado de un joven que en 2011 recurrió a este método para hacerse con un iPhone y un iPad.

ESTÁ COMO EN CHINO

El iPhone 6s ya se puede comprar en China. O, al menos, eso es lo que se deduce al hacer una búsqueda del nuevo teléfono de Apple en Taobao, el principal portal de comercio electrónico del gigante asiático.

Obviamente, el asunto tiene truco. Teniendo en cuenta que el terminal no estará disponible hasta el próximo día 25, y que la mayoría no lo podrá conseguir hasta días o semanas después, lo que realmente hacen estos avispados comerciantes es vender una prerreserva extraoficial: quien más puje antes recibirá su codiciado smartphone.

Así, sólo pagando el equivalente a 3 mil euros se puede uno asegurar de que recibirá el suyo el mismo día 25.

“El que más nos demandan es el nuevo oro rosa en la versión Plus”, comenta el responsable de una de estas tiendas del mercado negro que, obviamente, no accede a dar su nombre.

“Como los nuevos móviles son muy similares en diseño a los anteriores, la única forma de que quede claro que uno tiene el 6s es con el nuevo color”, explica.

“Al fin y al cabo, quienes lo compran de esta forma lo que buscan es fardar”, reconoce.

Y muy probablemente estos primeros terminales procederán de Hong Kong, donde cientos de mulas harán cola para pasar luego la frontera de forma ilegal con la mercancía.

Es ya una tradición en cada lanzamiento de Apple, y alguno ha sido descubierto incluso con 94 teléfonos pegados al cuerpo.