No hay mejor sensación como visitante que silenciar el estadio, pero eso no sucede en el Progressive Field. No, no crea que es porque son la mejor afición del mundo, simplemente se debió a una gran equivocación.
El pasado martes, los Cleveland Indians recibían a los Kansas City Royals y no fue ninguna sorpresa que los visitantes se llevaran la victoria (2-0); lo que sí sorprendió a los aficionados locales, fue la explosión de los fuegos artificiales tras el jonrón de Alex Ríos.
Se jugaba la quinta entrada, con dos outs en la pizarra y la cuenta en 1-0 para el jardinero derecho de los Royals, el pitcher de los Indians, Josh Tomlin, lazó una bola rápida qué terminó saliendo del campo tras el batazo de Ríos. El ambiente en el estadio era de poca emoción y mientras el jugador de los Royals pasaba por segunda base, se escucharon las explosiones de los fuegos artificiales, que por lo general celebran los jonrones del equipo local.
En la transmisión de televisión se logró apreciar la reacción del individuo que cometió semejante error, quien al percatarse de lo que había hecho, no tuvo otra opción que llevarse las manos a la cara y soportar el abucheo de los aficionados locales.
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Los accidentes pasan, nadie se equivoca a propósito y espero no equivocarme al decir que los Kansas City Royals tienen lo necesario para superar su actuación del año pasado en Postemporada. Sin duda pueden alistar los fuegos artificiales, haya celebración o no.
