Un padre anónimo. Una calle que se supone es de Vancouver, Canadá. Una tarde de lluvia.
Una imagen que nos recuerda que la esperanza y el amor lo vencen todo.
En este mundo acelerado que se ha inventado el término “tiempo de calidad” para esconder la apatía de muchos padres y madres, un hombre camina debajo de la lluvia, un maletín en la mano izquierda y un paraguas en la derecha.
Con el paraguas cubre su pequeño hijo del agua.
La foto ya circula por internet como un buen resumen de lo que hace un buen padre: la capacidad de sacrificio y el absoluto rechazo al egoísmo.
Muchos han visto en la tierna imagen aquello que sus padres no fueron capaces de ofrecerles: un modelo de comportamiento.
Como explica un usuario que ha reproducido la fotografía: “Mi padre no estuvo ahí cuando era un niño, ¿puedo ser un buen hijo?”.
El diario The Independent señaló que “Su padre está haciendo mucho más que mantenerle seco. Está enseñándole a poner a los demás por delante suyo”.