Mateo Kovacic, uno de los fichajes del Real Madrid en este temporada, simple y sencillamente no ha tenido buenas experiencias cuando le toca jugar partidos de la competición internacional de clubes más grande de Europa, sí, hablo de la UEFA Champions League.
Muchos cuando escuchamos el himno de la Champions pensamos en diferentes cosas, lo bello del fútbol, los grandes partidos, los triunfos más importantes, etc, pero el croata Kovacic piensa en un objetivo claro, su revancha.
El himno de la Champions es tan bello que antes de cada partido los jugadores deben sentirse únicos, deben sentirse afortunados y sin duda por su mente pasan mil y un pensamientos, en Kovacic esa unidad significa revancha, pues de los 12 partidos que ha jugado en la Liga de Campeones de Europa, cayó en 11 y empató uno. ¿Impresionante no?
Mateo Kovacic no sabe lo que es llevarse tres puntos en la Champions, pero ahora que está en el Real Madrid lo más posible es que esta temporada rompa esa negativa racha.
El croata es un jugador talentoso y lo ha mostrado casi siempre, apenas a los 17 años de edad debutó en dicha competición con el Dinamo Zagreb de Croacia y vaya casualidades de la vida, lo hizo frente al que hoy es su equipo, el Real Madrid.
Desde aquel entonces Kovacic jugó los 12 partidos vistiendo la camiseta del Zagreb, acumulando malos recuerdos en la Champions, pero la revancha está cerca, mañana puede quitarse ese mal sabor de boca cuando su equipo se enfrente al Shakhtar en la primera jornada de la fase de grupos de esta temporada.
¿Por qué no con el Inter?
Mateo llegó al Inter de Milán en el 2013 y de alguna manera se podría pensar que dejaría atrás esa salada racha de no ganar en Champions, pues llegaba a uno de los equipo más grandes de Europa, pero lo hizo en un mal momento.
Kovacic estuvo dos temporadas con el club neroazzurro, y vaya mala suerte, porque el equipo de Milán no disputó ninguna de las dos ediciones de la Liga de Campeones de Europa por las malas participaciones que ha tenido en su liga local.
La oportunidad…
Solo Rafa Benítez sabe si le dará una oportunidad a Kovacic de jugar mañana en el Santiago Bernabeú. Con el 16 en su espalda y con el apoyo de los aficionados merengues buscará dejar atrás esos números tan fríos y duros, para disfrutar las mieles del triunfo.
El croata ya acumula 1014 días desde que jugó su último partido en la Champions, fue ante su afición en Zagreb, cuando enfrentó al Dynamo de Kiev, consiguiendo el único empate de su carrera como futbolista.
La maldición de Kovacic puede decir adiós.