Grazie, Capitano

Para los que somos fanáticos (locos, enamorados, apasionados), de la Vieja Señora, el sábado fue un día especial.

Pues se cumplieron veintidós años del debut de Alessandro Del Piero con la camiseta de la Juventus.

En lo personal, ningún jugador me enamoró más que Pinturicchio.

Esa admiración se la heredé a mi hijo Gabriel, quien, cuando las cosas no le salen bien a la Juve, dice: “Si estuviera Delpi no hubiéramos perdido”.

Il Capitano dejó un vacío enorme que es imposible de llenar. Para todo futbolista que llegue a ponerse la bianconera será difícil igualar sus números.

En diecinueve temporadas como juventino alcanzó, entre muchísimas otras, estas cifras:

705 juegos con la Juve.

290 goles.

346 goles en toda su carrea.

8 títulos de Serie A ganados en la cancha (aquí incluyo los dos que injustamente nos quitaron).

1 Champions League.

1 Intercontinental.

1 Copa de Italia.

Goleador de Serie B (se negó a abandonar a la Juventus cuando fue descendida en los juzgados).

Campeón de Serie B.

2 Óscar del Calcio como el jugador más querido de Italia.

Una ovación de pie de todo el Bernabéu, después de que el  número 10 de la Vieja Señora les hiciera dos goles al Madrid en partido de Champions League.

 

Y la lista sigue, sigue y sigue. Del Piero ganó todo lo que un futbolista puede aspirar, incluyendo la Copa del Mundo con Italia en Alemania 2006.

Fue un triunfador…y un caballero.

Todavía tengo que contraer el corazón cuando veo las imágenes de su despedida, con el Juventus Stadium hecho un solo nudo, mientras Del Piero, con ojos lagrimosos y las manos extendidas al cielo, caminaba alrededor de la cancha.

Casi tres años y medio han pasado desde ese entonces y aún se le extraña.

Fue un 12 de septiembre de 1993 que Alessandro Del Piero debutó con la bianconera de la Juventus.

De eso hace 22 años.

Y parece que fue ayer que lo veíamos con los brazos extendidos, como alas, mientras sacaba  la lengua para festejar sus goles.

Grazie, capitano.