Como en la obra de Gabriel García Márquez y salvando las diferencias entre un entrenador de fútbol y un general, José Mourinho no tiene quién le escriba, el portugués idolatrado en Stamford Bridge durante años, pasa en estos días por uno de sus peores momentos a pesar de estar a comienzos de temporada, los más críticos anuncian que the special one pasa por un momento delicado.
Acostumbrados al discurso de victimismo con el que José satisface a aquellos que son capaces de vender su alma a cambio del éxito deportivo, las excusas hoy no sirven para explicar el decepcionante comienzo de temporada del conjunto Blue.
Si el año pasado el Chelsea enfrentaba a equipos que habían gastado millonadas de euros en estrellas como el United o el City, el equipo londinense a base de los goles de Diego Costa, las genialidades de Fábregas y la muralla de Courtois se coronaba campeón, aún así las críticas de Mou a un ídolo como Lampard que jugó toda la temporada en el City, no gustaron mucho a la afición Blue y empañó un temporadón de los londinenses.
Esta temporada todo apuntaba a un nuevo monólogo de Mourinho y los suyos, sin embargo un comienzo en la primera jornada con empate en casa 2-2 frente al Swansea y una derrota una semana más tarde por 3-0 contra el City encendieron las alarmas y aunque ganaron en la tercera jornada al WBA, el equipo de Mou perdió en casa con el Crystal Palace y esta última jornada volvìa a caer frente al Everton.
¿Què le ocurre al Chelsea? Nombres como Falcao o Pedrito han venido a complementar un equipo que cuenta con grandes estrellas como los españoles Cesc, Diego Costa, el belga Hazard o el portero Courtois, que se unen a un grupo de jugadores de veteranía como Ivanovic o Terry, sin embargo el equipo no funciona.
Con el eco todavía de la marcha de Eva Carneiro la doctora que “arreglaba” las lesiones de los londinenses mientras “rompía” según dicen los corazones de algunos también, parece ser que Mou ha dejado de ser el “special one” para un sector de la prensa inglesa que ya no ve más al portugués como un rebelde o un transgresor de la tradicional diplomacia inglesa y lo ven como un maleducado al que no toleran más ese lema de “el fin justifica los medios”.
Mourinho es un ganador, bregado en mil batallas, en las que se ha llevado por delante a compañeros, futbolistas, dirigentes, etc. Es por eso que hoy “todas esas víctimas” esperan con ansia esa caída de aquel que en algún momento los condenó, los insultó, los ninguneó o les convirtió en enemigos públicos.
Siempre he condenado las formas de Mourinho, pero no por eso dejo de reconocer todo el mèrito de sus triunfos, es de esos tipos que le dan esa competitividad y rivalidad al fútbol, el fútbol de verdad, el visceral lejos del políticamente correcto al que nos han condenado las cámaras hoy en día.
El “traductor” no ha tocado fondo ni lo hará, su mentalidad ganadora siempre lo sacan a flote y esta vez lo volverá a hacer, Mourinho nunca sale derrotado, todo tiene una explicación, una justificación especial que lo hacen único, por eso es y será siempre “the Special One”.