Moses, a “donquear” al cielo,

Hoy, la pelota no va a rebotar. ¿Con qué deseos, si está de luto por la muerte de una leyenda de la NBA?

Porque Moses Malone falleció hoy de un ataque al corazón a la edad de sesenta años.

Su cuerpo sin vida fue encontrado hace un par de horas en un hotel de Virginia.

Los 76ers, el equipo al que llevó al título en 1983 (barrió a los Lakers 4-0), señaló en un comunicado que “Siempre se le recordará como un icono genuino y pilar de la era de mayores logros en Philadelphia”.

Malone, seleccionado entre los 50 mejores jugadores de la NBA, fue el jugador más valioso de la Final de la NBA de 1983, cuando guió a los Seixers al título.

Doce veces miembro del equipo de estrellas, promedió 20.6 puntos y 12.2 rebotes en su carrera.

Sus 16,212 rebotes todavía lo colocan quinto de todos los tiempos en la NBA, mientras sus 27 mil 409 puntos lo ponen octavo entre los anotadores.

Malone fue el primer jugador que jugó profesional directamente de la secundaria, firmando con los Utah Stars en la American Basketball Association en 1974.

Jugó la siguiente temporada con los Spirits of St. Louis antes de moverse a los Buffalo Braves luego de la unión de la ABA y la NBA en 1976.

También jugó por los Houston Rockets, los 76ers (en dos ocasiones), Washington Bullets, Atlanta Hawks y los San Antonio Spurs, con quienes terminó su carrera en la temporada de 1994-95.

Su camiseta con el número 24 fue retirada por los Rockets, con quienes fue el Jugador Más Valioso en 1979 y 1982. Ganó su tercer JMV con los 76ers en 1983.

Fue exaltado al Salón de la Fama en 2001.

Se va uno de los grandes. Y por eso la pelota hoy no tiene deseos de rebotar…