“Noooo , no, no, no, no, no, dígale que no a esa pelota”.
Big Papi es la mamá de los bateadores.
David Ortiz se convirtió en el cuarto dominicano (junto a Sammy Sosa, Manny Ramírez y Albert Pujols) en llegar a la histórica cifra de los 500 homeruns.
En esta lista solo hay 27 hombres en total.
El bateador designado de los Medias Rojas de Boston alcanzó el hito con su segundo jonrón ayer en el juego contra Tampa Bay.
El dominicano acumula 50 juegos de más de un jonrón en su trayectoria de 19 años en las mayores.
Ortiz levantó el brazo derecho al dirigirse hacia la primera base. Sus compañeros vaciaron la caseta y el bullpen para celebrar el batazo junto a él.
Su primer jonrón del juego fue en cuenta de 1-2 ante Moore, un batazo enorme que remolcó tres carreras y viajó a las gradas del bosque derecho. El segundo fue una línea.
Lleva ocho jonrones en sus últimos 14 juegos, y 34 esta temporada.
Y tiene 8 cuadrangulares en sus últimos 14 partidos, y 27 desde el 10 de junio.
Ortiz, que dentro de dos meses cumplirá 40 años, lo hizo con una explosión de poder en los últimos tres meses que solo ha sido igualada dos veces por un jugador de su edad o mayor, Barry Bonds y Henry Aaron, en una temporada completa.
“A todo el mundo le llega la hora”, dice Big Papi. “Pero yo no creo que ese sea mi problema. Yo seguiré intentándolo como normalmente lo hago”.
Con esto, Ortiz solidifica su caso para ser exaltado al Salón de la Fama, un lugar que apenas este año abrió sus puertas para acoger a un segundo jugador dominicano, el ex compañero de Ortiz en los Medias Rojas Pedro Martínez, y que históricamente ha resistido la inclusión de bateadores designados.
Ortiz quizás pueda encontrar algo de resistencia de votantes que han mostrado poco entusiasmo por jugadores que hayan sido vinculados al uso de sustancias para mejorar el rendimiento, manteniendo fuera a grandes jugadores como Bonds, Mark McGwire y su compatriota dominicano Sammy Sosa, cuyos 609 jonrones lo ubican octavo en la lista de todos los tiempos.
Él está consciente que dicho tema será analizado cuando se considere su candidatura al Salón de la Fama.
Sin embargo, declaró su inocencia de la forma más sólida posible en marzo, en un escrito, titulado “The Dirt (El Sucio)” que apareció con su firma en el portal de The Players Tribune.
“En la mente de algunas personas, yo siempre seré considerado como un tramposo”, escribió Ortiz, citando un reporte del diario New York Times en 2009 que lo citaba a él como uno de los jugadores que dio positivo en 2003 al uso de sustancias, una prueba de que se suponía que fuese confidencial.
“Y eso es mierda. Nadie en la historia de las Grandes Ligas ha sido sometido a más pruebas de dopaje que a mí. ¿Saben cuántas veces me han sometido a pruebas desde el 2004? Más de 80. Ellos dicen que esas pruebas son al azar. Si son realmente al azar, entonces yo debería jugar a la maldita lotería”.