Llegamos a uno de los estudios de Univisión. Es impresionante la sala de redacción y la cantidad de personas del departamento de noticias de una de las cadenas hispanas de televisión más importantes de Estados Unidos.
Estamos esperando en una salita con la impotente área de redacción al fondo y de repente aparece Satcha, sencilla, elegante y guapísima.
Muchas revistas y medios no solo admiran la belleza de esta catracha, también su inteligencia y el trabajo y apoyo que hace en pro la educación y de los latinos.
Comenzamos la entrevista y desde antes yo ya sabía que saldría admirando a una de las representantes hondureñas más importantes para la comunidad latina en Estados Unidos.
¿De dónde vienen tu nombre y apellido, pues no son los típicos catrachos?
Pretto es el apellido de mi papá, que en paz de descanse, que era de Panamá, así que tengo un poco de raíces panameñas. El Satcha, porque a mi mamá le gustaba la artista Sasha Montenegro, pero decidieron darle un giro más original agregándole una C y una T.
¿Con tus logros y reconocimientos y lo que has logrado, sentís que sos una celebridad?
No, no me siento una celebridad. Creo que es cierto terreno que viene con el trabajo que realizo que es en televisión, y por ende la gente me reconoce adonde voy, en el parque, cuando llevo a mi hijo, en el supermercado o el cine. No me creo una celebridad, soy una periodista que ejerce su profesión en la televisión.
¿Cómo ves tu trabajo?
No me ha costado en ese sentido, porque considero que mi trabajo es como el de cualquier otra persona, lo diferente es que viene con el plus de que te reconozcan, pero no me creo una estrella ni nada de eso, me gusta tener una vida normal.
¿Dicen que cuando eras estudiante te ibas con todo y uniforme a trabajar como locutora radial en Suprema Estéreo, que recordas de esa etapa?
Gracias a Dios se me presentó esa oportunidad de trabajar en radio en Honduras, porque fue la que me permitió darme cuenta cuánto amo los medios de comunicación. Yo no iba a estudiar periodismo y cuando me contrataron no tenía experiencia, me entrenaron pero no sé si hacía bien o mal el trabajo. Recuerdo que me sentía súper orgullosa de mi misma obviamente, porque llegaba en mi uniforme a hacer un programa de 3 horas que tenía mucha audiencia. Aprendí en cantidades y lo más importante es que me enamoré de los medios de comunicación.
SUPREMA ESTÉREO
¿Y por qué empezaste a trabajar?
Todo fue gracias al esfuerzo de mi mamá, ella siempre insistió para que mi hermano y yo tuviéramos un trabajo de medio tiempo; en que aquella época no era muy común entre mi grupo social. Yo recuerdo que al principio lo odiaba porque pensaba “¿Por qué tengo que trabajar si todo el mundo está feliz y gozando en las vacaciones?”. Ahora se lo agradezco, porque de una forma u otra todo me ayudó para llegar esté donde estoy hoy.
¿Te acordás de la frecuencia de Suprema Stereo?
Claro 99.5
¿De qué era el programa?
En aquel tiempo la radio solo tocaba música en español y era un programa de entretenimiento. Tuve la oportunidad de entrevistar a artistas como Carlos Ponce, asistir a conciertos de Shakira. Hacía entrevistas telefónicas como con Sasha Sokol. Coincidió que inicié la radio con el fallecimiento de la Princesa Diana en 1997 y me acuerdo porque tenía muchos nervios, ya que era un tema que no dominaba y el Internet y Google apenas comenzaban. Y pues hacía investigaciones, imprimía mis notas y trataba de hacer un trabajo decente. El programa era de cine, moda y temas que a los jóvenes les interesa.
¿Entrevistaste a alguna celebridad con el uniforme de la escuela?
No, ja, ja ja, gracias a Dios no tuve que vivir esa pena, siempre tuve tiempo de cambiarme.
¿Qué recuerdos tenes de La Paz, tu ciudad natal?
Amo La Paz, amo su gente, mi abuela y algunos tíos viven allá. Los recuerdos de mi infancia se remontan a La Paz. Ahí celebrábamos día del Padre, de la Madre, del Niño y éramos una trole de primos y con los tíos y abuelos. Es un pueblito muy especial y agradezco haber tenido la oportunidad de crecer y de que parte de quien soy se remonte a La Paz.
MOMENTOS DUROS
¿Tu vida ha sido un sueño, o has tenido muchos momentos difíciles?
He tenido un vida muy bendecida, la verdad es que todo lo que me he propuesto lo he logrado y ha sido gracias a la mano de Dios, no puedo decir que lo he hecho sola, he tenido mucho apoyo, principalmente de mi familia, pero también de desconocidos, gente que ha creído en mi sin conocerme sin saber quién era o hacia a dónde iba.
¿Altibajos?
Sí, he tenido mis altibajos, en mi primer trabajo no sabía si iba a poder seguir en el país, pues cuando tramitaba la visa de trabajo caí en un limbo y no podía ni siquiera ir a la oficina, no podía ni acercarme al canal de tv porque podía meter a mis jefes en un lío. Hasta llegué a pensar que todo con lo que había soñado no lo iba a poder lograr pues tendría que regresarme a mi país.
¿Estabas, como dirían, “mojada”?
Ja, ja, ja, prácticamente no podía salir del país porque después no iba a poder entrar, no podía trabajar. Tenía un montón de tiempo libre pero a raíz de eso empecé a visitar escuelas casi a diario. Otro duro golpe fue la perdida de mi papá. Gracias a Dios no me ha tocado enfrentar problemas de salud. En el panorama grande de lo que ha sido mi vida me siento muy bendecida, por eso, cuando alguien viene y si está dentro de mis posibilidades, con gusto lo hago, pues yo recibí mucha ayuda también.
¿Cómo afrontaste ese momento difícil de la muerte de tu padre siendo tan joven?
Fue un momento difícil, al principio no lo quería aceptar y tenía un sueño recurrente donde él siempre aparecía, pensaba que esa no era yo, que fue un error, un periodo de negación. Después, uno asimila que esa es la realidad y que las cosas no van a cambiar y te duele pues ese momento pensaba en mi graduación, en mi hermano menor, que lo iba a dejar pues yo ya me venia para Estados Unidos. Mis papás ya estaban divorciados, pero sea como sea, y aunque mi mamá no lo quiera admitir, yo sé que mi papá fue el amor de su vida y ella sintió también ese golpe, fue muy duro para ella.
¿Qué hiciste?
Lo que hice fue utilizar esa pérdida como un motor, voy a hacer las cosas que lo harían a él sentirse orgulloso de mí: graduarme, sacar mi título en Estados Unidos, ser una gran profesional y tener una familia. Todo lo que mi papá hacía iba dirigido hacia ese éxito personal y profesional de nosotros. Fue duro, porque cuando me casé, cuando nació mi hijo, hizo falta mi papá. Al final traté de aprovechar ese capítulo duro convirtiéndolo en algo positivo.
Pudiste asistir a escuelas bilingües y conseguiste una beca para venirte a USA. Siempre que he leído algo de Satcha se menciona mucho la palabra “educación”. ¿Eras una “nerdita” en la escuela?
Total, siempre la educación fue clave, durante toda la infancia. A los 3 años, cuando me levantaba los fines de semana, me iba con mis crayolas y libros y pintaba y leía con mi papá. Desde chiquita nos pusieron como énfasis que la educación será lo que marque tu éxito o fracaso. Siempre mis padres exigieron lo mejor de nosotros.
¿Pero eras nerdita?
Era una “nerd cool”, creo yo, pues sacaba buenas calificaciones, estaba muy involucrada en actividades extracurriculares, pero me gustaba salir, ir al cine. Nunca fui una niña tímida. Cuando muere mi papá, y sabia los sacrificios que haría mi mamá para seguir pagando una escuela bilingüe que es carísima, me propuse tratar de conseguir una beca para lograr mis sueños.
¿Dónde?
La conseguí en Angelo State University, me gradué en 3 años y medio, hice varias pasantías, participaba en conferencias de estudiantes latinos en Estados Unidos, y luego fui mentora de este programa. La educación es un privilegio y más en nuestro país, nadie te va a quitar lo que has aprendido, tenemos tantas carencias en el sistema público y pagar una escuela privada es un sacrificio enorme que hacen los padres.
¿Y seguís metida al tema de la educación?
Ahora, que nació mi hijo, eso es fundamental para mí, me da risa, pues le compré su primera colección de libros antes que la cuna. Desde que estaba en la barriga le leía y todavía le leo, a los 13 meses dice 8 palabras, distingue colores y sonidos, sabe las partes de su cuerpo. Para hacer la diferencia en la vida y en nuestro país hay que ponerle énfasis en la educación; ahí tiene que venir un cambio radical.
A CHANCLETAZOS
Prácticamente en el colegio eras un “combo perfecto”: guapa, buena estudiante, cheerleader o porrista, y también parrandeabas. Fijo te llovían los chavos…
Ja, ja, ja, nada que ver. A veces me castigaban también, una vez, me acuerdo, me fui sin permiso y mi mamá me estaba esperando y me agarro a chancletazos ja, ja, ja, no volví a salir sin permiso.
¿Tuviste una bonita adolescencia?
Sí, fue bien bonita mi adolescencia y me da nostalgia, pues en mi época las cosas eran mas sanas, no había cambiado todo tanto como ahora. Ahora salís a la calle y hasta te dicen “Tené cuidado” o “No te acerqués a él que ese es un narco”. Cuando tenía 16 años nadie te iba mencionar que una persona era un narco. Es una realidad muy distinta la que se vive y es lamentable; una añora esa época, donde podíamos salir a jugar potra en el vecindario, conocías a todos tus vecinos. Ahora la gente lo piensa dos veces antes de dejar a sus hijos salir a caminar incluso en el vecindario.
¿Alguna vez tuviste en mente ser periodista en Honduras o siempre tuviste como meta quedarte en USA?
Lamentablemente, ejercer el periodismo en Honduras es un peligro. Yo admiro a mis colegas hondureños que se dedican a esto pues tenemos una tasa de homicidios de periodistas altísima, de las más altas de Latinoamérica. Decidí quedarme acá por mi familia, porque ganando en “verdes”, como decimos nosotros, yo podía contribuir y aportar mucho más al provenir de mi hermano, de mi mamá, de mi abuela. Fue una decisión difícil, me cuestionaba al principio qué hacía tan lejos de mi familia, de mis raíces, de mi comida. Pero sé que valió la pena.
¿Es mal pagada la carrera de periodismo en Honduras?
Hay un puñado que tal vez reciba la compensación monetaria que se merece, pero, en términos generales, sí. No se le paga lo suficiente al periodista hondureño y sobre todo, porque ponen su vida en peligro a diario. Casi los tienen con las manos atadas de lo que pueden cubrir y decir. No es justo, porque el periodismo es una carrera noble que le jala las orejas a político y corruptos, a lo que no hacen bien su trabajo y ver esa realidad te desalienta. Yo no veo un interés en las nuevas generaciones en estudiar esta carrera.
¿Cómo se dio tu gran oportunidad en USA?
Con mucho trabajo, metas claras y un plan. Me preparo mucho como cuando corro maratones. Hay que tener disciplina y dedicación.
Al graduarme busqué un lugar donde me dieran la oportunidad de estar al aire y no en producción, y encontré la maravillosa oportunidad de estar en un canal donde lo hacía en inglés y español. Me puse una meta de dos años porque es un pueblo pequeño, pero quería algo más tarde.
¿Y qué pasó?
Al año ya estaba enviando mi demo y empecé a solicitar entrevistas, me puse como meta entrar a Univisión Dallas, a pesar que no había plazas insistí y al mes ya tenia una entrevista. Estuve ahí casi 3 años. Colaboraba mucho con la cadena, hacía Edición Nocturna y siempre que me pedían quedarme haciendo algo extra lo hacía. Mi trabajo llamó la atención de una de las productoras de Primer Impacto, hice casting y el resto es historia.
Me imagino que fue un gran cambio…
Cuando ya llegás a estar al nivel de una cadena y no en un canal regional, es difícil, te cuestionás si merecés estar ahí, si tenés la experiencia, si puedo lidiar con estrés de coberturas de noticias a nivel nacional e internacional. Siempre supe que lo podía hacer, estuve 5 años en Primer Impacto y luego pasé a la sección de Noticias de Despierta América.
¿Cómo te sentís allí?
En Despierta América soy más yo. Como es un matutino me permite mostrar la cara de quién es Satcha fuera de las noticias, también cubro actos políticos, como la envestidura del presidente Obama o cuando el Congreso promovió el Obama Care. Es bonito, porque estoy entre noticias y entretenimiento, pero a mi lo que realmente me apasiona, lo que me gusta y me mueve son las noticias. Me gusta informar y darle ese poder al televidente.
¿A quién te falta entrevistar?
Si me hubieras hecho esta pregunta hace 5 años te hubiera dicho que un presidente, porque no lo he hecho, pero la Satcha de hoy en día, la que tiene una visión diferente a raíz de que soy mamá, te dice que los mejores testimonios y las mejores entrevistas no vienen de esos líderes políticos o de las estrellas del entretenimiento; vienen de la gente común y corriente, de la gente que vive el día a día.
¿Qué te hace falta?
No me hace falta nada en mi carrera, me siento plena en mi profesión, me encanta entrevistar al televidente que nos ve, cuáles son sus necesidades, qué ocupa que cambie Washington en el Congreso. Esta visión surge desde que soy mamá.
¿Dónde te ves en 5 años?
Siempre he tenido la pasión de trabajar en documentales, es una de mis metas a corto plazo, trabajar en la producción de documentales. Hay historias que simplemente no se pueden en contar en 3 minutos. Dentro de la cadena tenemos un excelente departamento de documentales, ya envié algunas propuestas que quisiera hacer.
¿Cómo nace ese interés?
Cuando cubrí el Mundial de Sudáfrica me di cuenta que las historias de los indocumentados que cruzan otros países dentro del mismo África es la misma de los latinos que salen a Estados Unidos. Y estoy segura que ese inmigrante de aquella parte del mundo puede terminar la oración del inmigrante documentado de este lado. La inmigración no es un problema de Estados Unidos es un problema global, la gente está huyendo de sus realidades para buscar otras oportunidades. Ese tema me apasiona y no solo quiero contar la historia, sino también que se puede hacer, tenemos que atacar ese tema desde un punto de vista global.
Veo que el tema te apasiona.
En Dallas tuve la dicha de trabajar en muchas investigaciones, incluso fui nominada a un Emmy por uno de estos trabajos. En una de esas investigaciones trabajamos por un año junto al Departamento de Investigación Interna y resultó en la condena de un grupo de estafadores de inmigrantes indocumentados. Fue bonito porque hicimos la diferencia. A veces, los televidentes de Univisión nos llaman a nosotros para pedirnos ayuda, nos llaman antes que a la policía, es una responsabilidad enorme porque están confiando en ti.
EL PAPA
Contame cómo fue tu viaje con el Papa.
Cuando el Papa Benedicto anuncia su visita a Latinoamérica, a mí se me metió que lo quería entrevistar, pero él no concedía entrevistas, lo más cercano era viajar con el Papa. Empecé a hacer la gestión y la hice yo, envié la documentación que solicitaban y al final lo logré. Fui la primera reportera de un medio hispano en Estados Unidos en viajar a bordo del avión papal. Aprendimos mucho en ese viaje y fue algo que nunca se había hecho en Univisión.
¿Cómo fue el protocolo?
Hay mucho protocolo, te piden una lista de todo lo que vas a llevar, una noche, cuando íbamos a viajar de Washington a New York, nos pidieron la maleta una noche antes, imagínate, yo, como mujer, entregando mi maleta y solo quedándome con las cosas para el día después.
¿Viajaste cerca del Papa?
El Papa Benedicto viajaba como lo que sería la cabina de primera clase y nosotros los periodistas atrás. Pero era un ambiente muy cool, había nerviosismo por las declaraciones que dará, vas escribiendo y editando en el aire para que cuando aterrice el avión solo entregás el material, prácticamente el avión era como una sala de redacción.
¿Lo entrevistaste al final?
No, el Papa Benedicto solo da conferencias de prensa.
Jorge Ramos dice que el peor error de un periodista es ser amigo de la persona que entrevista. ¿Estás de acuerdo?
Sí, y lo he aprendido a través de los años. Cometí el error al principio, antes de la entrevista, mientras se preparaban luces y demás, uno platica con la persona y va creando una relación un poco mas íntima y ya uno después se siente mal haciendo las preguntas incómodas Por eso ahora he optado cuando voy a entrevistar a alguien esperar afuera o en el carro.
¿Qué opinás de la actual situación política de Honduras y de el movimiento de jóvenes que han alzado la voz y se están manifestando contra la corrupción e impunidad?
Creo que iba a llegar este momento, no teníamos otra alternativa. La injusticia, los reportes de corrupción y las vidas que se han perdido a raíz de esta corrupción es algo imperdonable. Admiro el trabajo que hacen los jóvenes, pues ellos también ponen sus vidas en peligro cada vez que se lanzan a las calles, que exigen una reforma, pero creo que es la única alternativa que le queda al país. Si no es la juventud la que exige un cambio y trabaja para eso, no vamos a llegar a nada. Estamos hablando de llegar a un nivel de decir “Basta, no más”. El cambio debe ser liderado por los jóvenes, pero con el apoyo de los más grandes.
¿Estás conforme con el gobierno actual?
Como periodista me tengo que mantener imparcial, no puedo ser específica en cuanto al trabajo que han hecho y que han dejado hacer los actuales y antiguos líderes del país. Pero falta mucho por hacer, nuestro pueblo tiene mucho que ofrecer, debemos exprimir el jugo a la industria turística, a lo bonito, a su gente, que es gente trabajadora, humilde y apasionada. Debemos enseñarle al mundo la otra cara de Honduras.
Al final decidimos hacer un juego con Satcha, le mostramos los 8 billetes nacionales y le pedimos la cantidad que suman los mismos, después de un par de cálculos nos responde 688. Anteriormente habíamos hablado con una prima de ella en Honduras que nos recomendó llevarle Dulce de Leche con Chocolate, entregamos el premio a Satcha y su cara se transforma en la de una niña esperando a recibir tan dulce premio.
EL MENÚ DE RADIO HOUSE
Comida catracha favorita: Sopa de Caracol.
Miami, Tegus o La Paz: Tegus.
Periodista que más admirás: Christiane Amanpour.
Latino que más admirás: Papa Francisco.
Catracho que más admirás: Salvador Moncada.
Si pudieras viajar en el tiempo a qué evento irías: Concierto de Soda Stereo en Tegus.
Si pudieras entrevistar a alguien que ya falleció: Michael Jackson.
