EL SOBADO: Las pompis de Elsa Oseguera

 

POR EL SOBADO

(Foto tomada del Facebook de Elsa Oseguera).

Los hondureños somos los meros majes. Allí paso viendo en la tele a unos broders que se la pasan hablando del trasero de Jennifer López, que el culo de la tal Kardashian, esa que el padrastro es gran porrón; y de Serena Williams, la tenista.

Tampoco me voy a pajear: tienen tremendo pedorro las tres. Lo que me malea es que siempre andamos buscando bellezas afuera como si acá en Honduras no tuviéramos grandes cueros.

Como ahorita hule, sin chamba, me queda tiempo de sobra para ver a HCH. Lo que me gusta es que estos hablan la neta, claro y pelado, sin andar con tanta paja. Yo les entiendo lo que dicen, pero lo más seguro es que los encorbatados y los hijitos de mami y papi quedan bateando, pues se las tiran de que uh, que ah.

Me gusta Carolina Lanza (mi amor, te llevo hambre), pero la que me pone loco es Elsa Osegura, mi Elsita bella, fack, qué cheto de mujer.

Yo es raro que me pierda una noticia donde salga mi Elsita. Hasta la tengo en Facebook, pero tampoco los voy a pajear diciéndoles que pasamos cheteando… digo, chateando.

SI NOS VAMOS A TRASEROS, cuál JLo, cuál Kim, cuál Serena… No, papa, el mejor trasero de este mundo y de la galaxia es el de Elsa Oseguera.

Aquí en la cuadra había una guirra, Ruth, que también era gran forro. Yo le tiraba la paja, la casaqueada, pero después se enamoró de un man de aquí que era gran maldito, no le negaba el cuete a nadie, y mejor corté la jodedera.

¿En qué estaba? Ah, sí, con Elsita.

Con un culo como el de Elsa yo ya sería gerente general de un banco.

Porque hay que hablar lo que es: hay que ser morro, pero si usted es guapo y se carga un buen trasero, ya la hizo, papa, chamba segura, carros, cholas, sus buenos cachos, viajes a la USA.

NO ME VAYAN A SALIR con “Uy, qué penco este hombre” o “Este que escribe es un patán, de Los Pinos tenía que ser”.

Espérense, calma, calma, tómenla al suave.

Aquí lo que pasa es que yo no soy uñas escondidas ni me las tiro de santulón.

Y sí, soy de Los Pinos, aquí llegué a vivir bien cipote, y claro, hay un montón de cosas feas en el barrio, pero la mayoría es “pipol” decente, trabajadora, raza que le pone ganas a la vida, que lucha para salir adelante con sus chigüines, y que de paso deben soportar a sus maridos que son pijas de bolos los cerotes.

Miren cómo es la gente: no puede ver ojos bonitos en cara ajena (o nalgas bonitas en trasero de otra), porque ya empieza a hartársela.

MI ELSITA, además de ser pedazo de mujer, como la canción de Polache, es talentoso, lo hace bien –o sea, su trabajo, no sean mal pensados-, se mueve bien… frente a las cámaras, y es simpática.

¿Entonces cuál es la onda con ella?

Así que a los medios hondureños le voy a pedir un favor: ya córtenla con eso de “Elsa Osegura, la Kim Kardashian hondureña”.

Mejor digan “Kim Kardashian, la Elsa Oseguera gringa”.

Allí nos vidrios, aleros.

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