EL SOBADO: ¡Tenía que ser NEGRO!

 ADVERTENCIA: fumar cigarro es malo para la salud; esta columna también.

 

La última vez que fui a ver a mi amado Platense al estuche (nos cachimbeó el Motagua 2 a 1), me llevé a mi sobrino, el Puky, para que dejara de estar jodiendo en la chola, porque parece que tiene sompopos vos ya sabés dónde…

Nos fuimos a soldado, donde va la pipol, y me eché, como de costumbre, mi carnita y un par de jucas.

El mero vive, ¿va?

Pero no es de esa potra que te voy a tirar la casaca hoy. No, papa. ¿Sabés cuál es el tema? Agarrate… ¡El racismo de los hondureños!

Mirá, dejémonos de pajas. Los hondureños somos pija´e racistas, vo.

Allí en ese partido oí frases en contra de los jugadores del Platense. Son las mismitas con las que insultan a los de la Selección Nacional.

“Moyolo más la reata”; “Negro tenía que ser”; “Soltala, negro de mierda”; “Es que estos solo para vender pan de coco sirven”…

Es pijeado hablar de esto, pero es la neta.

A mi lado estaba un maistro que le iba al Cute, y no paró de mentarles la madre a los del Platense.

YO ME QUEDÉ con la jeta cerrada, no dije ni pío, porque por andar de zampado le pueden montar reata a uno, o ya aparezco al día siguiente en un costal, y después salen los chepos diciendo con que uno era moñero.

Y yo neles de eso, que me registren, me echo mis birrias, pero no le entro a los bates, man, porque ese vicio es “cariñoso” y te come el morro.

Bueno, la onda está en que el maistro del Cute seguía echando aquellas grandes puteadas y el Puky pelaba los ojos.

“Tío, ¿es cierto que los negritos no piensan de noche porque se les borra el casette?”, me preguntó el cipote.

“Callete, güiro, ¿quéres que nos pelen?”, le dije. “¿De dónde sacás eso?”.

Y el Puky señaló al maistro motagüense.

AL FINAL NO me dolió tanta la cachimeada, sino lo bazuki que somos acá en Honduras con los negros y los indios.

Ya en el bus, de camino a la chola, tuve que explicarle a mi sobrino que a los negros no se les dice moyolo, ni niple, porque es una falta de respeto.

“Es como cuando a nosotros nos dicen indios patas chorreadas o que tiramos flechas”, le dije.

El racismo en Honduras ha llegado a joder hasta a la Selección Nacional, porque allí se dividen en bandos: los negros que hablan garífuna, los que no lo hablan y los indios.

¡Sí que somos mables nosotros!

Hasta aquí en Los Pinos se le sale a veces a lo racista, como si fuéramos reatas de cheles.

A don Chavelo, el dueño de la pulpe, le encanta contar chistes racistas. Y así como él hay un relajo de manes en todo el país.

ASÍ QUE A cortarla, raza, con esas cosas. ¡No seamos papos!

¡Abajo el racismo!

Saludos desde Los Pinos, la mera mera de Tegus

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