Con los nervios de las expectativas, recién afeitado para la ocasión entré en aquel restaurante con saber a deporte por todos lados, la decoración, los nombres de los platos y una cabina al fondo desde la que me decían algunos se hacía el mejor programa radial deportivo del país.
De la cabina salió el hondureño más alto que había visto a la fecha (a día de hoy sigo pensando que no hay nadie más alto en Honduras), lo acompañaba un tipo vestido de saco serio y con voz radiofónica, el director de aquel programa. En una mesa reunidos me plantearon participar en su programa hablando de lo que más me gusta en esta vida, de fútbol.
Comenzamos con participaciones esporádicas acompañado de hojas de papel con resultados y estadísticas, que se arrugaban con los nervios de los primeros días y la adrenalina del directo, de hacer directo para miles de personas, aún recuerdo a nuestro eterno productor el gran Mauro Rodríguez riéndose de mi cada vez que temblaba las dichosas hojas de papel, hoy que llegamos a los 1000 programas aunque no esté aquí en presencia sé que desde ahí arriba nos sigue acompañando en esta aventura.
En ocasiones nos escucharán gritar, enojarnos, discutir, es la magia de la radio, todavía recuerdo en una cafetería tomando un café con el director pero sobre todo gran amigo Jimmy Jr cuando se nos acercó un oyente en shock porque no creía que pudiéramos ser amigos después de tanta discusión, se puede ser buen profesional y buen amigo también créanme.
Sigo subiendo esas gradas de radiohouse con la misma ilusión y los mismos nervios del primer día, esperando escuchar el blu blu blu de Jacobo, el hola hola qué tal les saluda Jimmy Arturo Rodríguez, el parte meteorológico de Eduardo Bennet, los cabreos del gran Mauricio Kawas con el calendario de la LINA, los nombres impronunciables de la NFL por la gran Rosa Alvarado, además de los tropecientos mil datos de Jordan por parte del gran Richie Abedrabbo o las ocurrencias de un tipo diminuto pero cuya creatividad no entra en esa cabina, nuestro community manager, Frank Aguilera, sin olvidarme del hambre insaciable( un día nos come a nosotros), de nuestro productor Omar Moncada.
Han pasado 1000 programas en los que he conocido sin duda a los grandes del fútbol hondureño, Pavón, Amado, técnicos como el Primi, Pinto, jugadores como Muma, Garrido, dirigentes, etc a todos ellos he tenido la oportunidad de conocer en RadioHouse, pero créanme y que me perdonen ellos, ninguno tan grande como esos personajes que cada tarde entre 4:30 y 6:00 alegran sus horas de tráfico, les enojan, les alegran, les hacen reir y en otras ocasiones cambiar de programa.
Son 1000 programas pero son más las risas y los buenos momentos, y todo ello gracias a una audiencia fiel y unos patrocinadores que cada día nos exigen lo mejor y que si nos lo permiten lo seguiremos haciendo por otros 1000 más, gracias a tod@s.
